Y así se me antojaron las noches de casi todos los sábados durante aquellas primeras relaciones. Muchas veces me paraba a pensar… y medaba cuenta, en el fondo, de que lo estaba haciendo mal. Pero supongo que era demasiado niña como para diferenciar… o escoger.
No tardó más de tres meses en aparecerse con un grito, continuó la amenaza, y el golpe en la pared, a la altura de mis ojos. Destrozó poco a poco mis gustos, mis hábitos, mi sonrisa. El noveno mes tuve valor. Y dije BASTA. Con casi 17 años, sin amigos a los que acudir, a las puertas de un nuevo instituto… al menos verano comenzaba ahí.
no hay mal que por bien no venga :)
ResponderEliminarsupongo k ahora tendrás más agudizado el sensor de los capullos de pene pequeño y precoz xDDD
Diana es ficcion, ya se advierte en:
ResponderEliminarhttp://diafanadiana.blogspot.com/p/la-verdad-sobre-diana.html
cuando narices vas a actualizar???
ResponderEliminarbueno vale, rectifico... ahora tendrás más agudizado el ficticio sensor de los imaginarios capullos de inexistente pene pequeño y precoz xDDD
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