domingo, 29 de agosto de 2010

Adolescencia, el ataque de la hormona

Acto seguido, y prácticamente sin descanso, conocí en persona a ese tipo de tíos que presentamos como “amigo de..” en una especie de jerga sociocultural que da a entender a nuestros íntimos que os acostáis, y a los no tan íntimos como que solo sois amigos. Realmente me asusté. O aquello era muy grande, o lo anterior había sido demasiado pequeño. Y que dolor! Quise morirme. A pesar de esta supuesta puesta en escena cómica, lo cierto es que fue una de las situaciones más incomodas de mi vida. No sabia por que, pero las constantes palabras de mi reciente ex “adelgaza, nadie te va a querer, soy lo único que tienes, maquíllate, hoy estas fea…” me rondaban la cabeza sin darme tiempo a concentrarme. Que pesado, que cabrón, que grandísimo hijo de puta… que yo me enterara, que yo tuviera información, éramos dos en su cama: mi hermana y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario