domingo, 24 de octubre de 2010

Adolescencia, “El Nirvana” ha muerto

O eso pensamos cuando hicimos cola durante dos horas y media ante la persiana bajada del que se había convertido en nuestro refugio nocturno en los fines de semana. Corrían rumores de que permanecería cerrado un tiempo, y que tal vez vendería el local. Otros murmuraban que una posibilidad era la de una redada, ya que… en aquel mismo instante, me enteré de que el eslovaco pasaba “mierda” en los aseos. Pero nada de eso, una semana más tarde Luís, el dueño, habría las puertas de nuevo excusándose por su repentino e improvisado viaje a Francia. Aun así, aquella noche: hubo redada. A el eslovaco le faltó tiempo para pedirme que le guardara alguna cosa en el bolso, me negué rotundamente… aunque consiguió esconderlo detrás de la maquina de dardos. Poco a poco, con el pasar de las semanas la clientela era menor y menor, hasta que un día y de forma definitiva “El Nirvana” murió.

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