miércoles, 27 de octubre de 2010

Adultez, 18 cumpleaños… la noche de la “T”

La playa comenzaba a ser demasiado fría, y fuimos a casa de uno de los que nos acompañaban. Eran aproximadamente las 3 de la madrugada, y no se nos ocurrió a Jose y a mi nada mejor que salir a la terraza, que daba al patio de luces, para recostarnos sobre unas toallas, a contemplar la noche despejada de nubes y estrellas que nos ofrecía Alicante. Fue entonces cuando se hizo ese tipo de silencio incomodo… no como el de las bibliotecas cuando solo hay tres personas y a una de ellas la conoces pero no te saluda, no… sino como el que se crea cuando hay tensión sexual y no os miráis aunque queréis hacerlo, y no habláis aunque lo estéis deseando, y no os besáis por que os da miedo. Pues a ese tipo de silencio incomodo me refiero. El efecto óptico creado por la colocación casual de los edificios sumada a nuestra perspectiva, conjugado todo ello con su color blanco cal y la oscuridad del cielo, provocaban a nuestros ojos una “T” perfectamente proporcionada. Junio seguía siendo un mes húmedo en sus madrugadas, y ese rocío comenzaba a calárseme por el cuerpo, llegando a afectar mi capacidad a la hora de mantener una conversación razonable y mínimamente inteligente. Vamos, se me había helado hasta el cerebro, aunque al parecer no lo suficiente como para dejar de pensar en aquello que él insunuaba pero parecía tener seguro que yo desconocía.

-Heyy! Es una “T” –dijo él
-¿Eing?
-las paredes… arriba, se ve una “T”…
(silencio)
-…Es como estar solo…. Cuatro paredes altas, que solo te dejan ver un cielo oscuro.-continuó

-Es como una cárcel
-También…
-…aunque
–“No sé que es peor”- dijimos al mismo tiempo
-hemos perdido el tiempo en la playa –continué mirando fijamente el cielo

- … … … si, puede –sonrió picaronamente
-¿tu te piensas respirar, tú evitas respirar?
- no –y la luz de su cigarro cogía más y más vida
- ¿entonces por qué te piensas tanto hacer algo que, también, te esta pidiendo el cuerpo… la mente?
- no sé, lo pienso todo demasiado, no quiero equivocarme, hacer algo que no deba –la luz se avivaba nuevamente
- ¿Por qué te piensas tanto las cosas?
-Soy así, tengo que cambiarlo –se giró y me besó

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